Carta de Digo

 PAPÀ, MAMÀ, TATO, NANA Y YAYA:

Hoy es el día en el que he aprendido a volar,
tal vez el día en el que ya no tenga que soñar,
por fin los miro como nunca antes lo había hecho,
en un lugar hermoso donde las nubes son mi techo.

Duele el no poder volver a sentir sus manos,
no deseo que estén tristes.
Yo me he ido y aunque jamás regresaré,
siempre los seguiré queriendo,
cada día los tendré a mi lado
y desde las nubes los estaré mirando.

Les pido que me despidan de los que amo
y que ya no podré volver a ver...
que me perdonen, y que siempre los amaré.

Ya es tarde y se acerca la hora de dormir,
pero no quiero que lloren cuando mi respiración no puedan sentir,
los extrañaré a cada uno de ustedes,
su perfume y su compañía para ver nacer un nuevo día...

Perdónenme por haberme ido tan rápido y sin despedida...
por no decirles que me dieron el cariño
y el amor más grande que haya sentido...
y formar parte de su vida fue lo más hermoso que me pudo pasar.

Les pido por favor que dejen de llorar,
yo sé que ustedes son fuertes y que este dolor lo van a superar
porque Dios los acompañará
y les dirá que camino deben tomar.

Domingo 17 de Agosto, 2008

RODRIGO JAVIER HUETE CASTANEDA
(Enero 16, 1987 – Agosto 17, 2008)